Lo que se apreció en NAB Show 2019 es un panorama excluyente: predominio de un concepto: todo está relacionado con todo.

La innovación, la creatividad, la capacidad, la información y la tecnología, convergen en un requerimiento que los operadores deben contemplar: sus inversiones deben orientarse a hacia múltiples destinos para prosperar.

Entonces, el menú de opciones van desde equipamientos y/o dispositivos que superan los estándares de calidad conocidos o previstos; proyectos donde se valoriza que en el medio plazo, la metadata, la inteligencia artificial y la adopción de IP, pasan a ser recursos indispensables; soluciones y/o software que permiten saber de la prestación de una red de distribución, del tipo de consumo de los usuarios o de lo que podría pretender consumir; la accesibilidad a contenidos con absoluta seguridad; la convivencia de ofertas de servicios y tecnologías que van para segmentos como el pay TV o el OTT o el streaming o la televisión.

Agoreros que vaticinan el apocalipsis para sector para la TV paga con el ya célebre cord-cutting, deberían revisar sus afirmaciones porque al momento, lo que se determina sin dudas, es que ha cambiado y que cambiará su modelo de oferta (se supone que dejará de ser lineal como ha sido históricamente). Pero aún no se vislumbra que ese precipicio esté en el horizonte inmediato.

Así, lo expresan los ejecutivos en sus discursos: ya no hablan de televisión, Pay TV, TV digital u OTT o streaming. Se habla de video o de contenido audiovisual.

Los desafíos que se plantean a partir de este concepto son: disponibilidad, conectividad, accesibilidad y cómo se valorizará con estas múltiples opciones.

Por caso, en Latinoamérica están en marcha proyectos de implementación y lanzamiento de servicios de DTH, algo que se contrapone con lo que se dice del futuro de ese segmento de la industria. ¿Son inversores tardíos en un negocio que se agota? La respuesta es que ese negocio no está agotado y si no que simplemente cambió.

Para los productores o programadores, el planteo ya asumido es entregar su contenido en todas las plataformas; para los operadores es que asumen un negocio de redes, a través de donde entregarán servicios diversos que van desde el video, la telefonía o la conectividad, hasta prestaciones más personalizadas que vienen enancadas en el IOT.

Para la televisión como tal es extensivo el concepto: afronta el desafío de disponer su contenido en todas las opciones de visualización que se tengan. Y en tal sentido, se puede concluir, que su fuente de ingresos ya no sólo viene de la posibilidad de una pauta publicitaria lineal, sino de una exposición multiplataforma.

En este escenario donde todo cambia y donde todo puede cambiar, a lo que se suma las incertidumbres de los avatares económicos internacionales, las inversiones se movilizan con extrema prudencia y esa cautela, es la que será la característica de estos tiempos.

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